Ferido de bala na cabeza por disputa amorosa

O xornal “La Voz de Galicia” daba conta o 30 de setembro de 1897 do seguinte suceso:

Ingresó en el Hospital de Santiago Valentín Varela Martínez, del ayuntamiento de Arzúa, gravemente herido a consecuencia de un balazo que le dieron en la cabeza y que le penetró en la misma por encima de la oreja izquierda.

El herido declaró que no sabe quien fué el autor de la lesión, aunque parece que fué motivada por cuestión de amores.

El estado del herido es de tal consideración que se desespera de salvarlo.

O Fiandeiro: crime en Rendal e morte en Vilantime

Ainda que moitos periódicos da época recolleron os feitos dos que nos imos a ocupar, seleccionamos tres novas do xornal “La Voz de Galicia” publicadas entre o 20 de setembro e o 31 de outubro de 1895.

A primeira nova é do 20 de setembro e leva por título “Lucha en una romería” e como subtítulo “Un muerto y cuatro heridos graves”. Di así:

En la romería celebrada días pasados en la parroquia de Rendal (Arzúa) se libró una verdadera batalla campal entre gran número de mozos, que tuvo consecuencias funestas.

Los individuos de la Guardia civil del puesto de aquella villa que allí se hallaban para proteger el orden oyeron á las ocho de la noche voces de ¡socorro! que partían de un lugar á un kilómetro de distancia de dicha parroquia.

Inmediatamente se dirigió al sitio de donde partían las voces el cabo comandante D. Francisco Ramallo, acompañado de dos guardias, encontrando tendidos en tierra y gravemente heridos á cuatro hombres llamados Victorio Souto, Manuel Bravo, José Valiño y Antonio Seoane; todos mayores de edad y vecinos los tres primeros de la parroquia de Mella y el último de la de Rendal.

Conducidos al lugar de Pazo, en donde se celebraba a romería, prodigáronseles los auxilios posibles, dando cuenta inmediatamente lo ocurrido al señor juez de instrucción de Arzúa y reclamando asistencia facultativa a los heridos.

Transcurrida media hora y en ocasión en que se acababa de detener al joven Joaquín Adán, vecino de la parroquia de Castañeda, de veintiún años de edad, al que fué ocupada una pistola de dos cañones con la que acababa de hacer varios disparos, y hallándose formando el atestado, se reclamó al citado cabo auxilio para otro joven que se encontraba herido y con pocas esperanzas de vida cerca del sitio en que habían sido encontrados los otros cuatro.

Cuando la Guardia civil llegó al lugar que se le indicaba, el joven era cadáver.

Varios vecinos manifestaron que el muerto era Angel Fuentes Mariño, vecino de la parroquia de Rendal, lugar de Castromil. Representaba tener unos diecinueve años de edad y fue muerto cuando regresaba á su casa.

Practicadas por la Guardia civil activas diligencias para lograr el descubrimiento de los autores de estos hechos que, según se decía, eran tres, aunque no se les había podido conocer por la obscuridad de la noche, se consiguió en la madrugada del lunes 16 la detención de José Codesido, soltero, labrador, vecino de la parroquia de Castañeda, de 22 años de edad, el cual fué puesto á disposición del juez, lo mismo que Joaquín Adán, con el arma que le fue recogida por resultar complicados los dos en los hechos referidos.

La muerte del fuentes y las heridas del Souto, Bravo, Valiño y Seoane fueron producidas al parecer, con palos.

A pesar de la excitación que tan bárbaros sucesos produjeron y del estado de embriaguez en que se encontraban la mayor parte de los concurrentes a dicha romería, la fuerza de la benemérita consiguió hacerse obedecer.

Por este Gobierno civil se dió cuenta telegráficamente de tan lamentables hechos al ministro de la Gobernación.

O día 26 do mesmo mes, o mesmo xornal ampliaba a nova con estas verbas:

Acerca del crimen cometido días pasados en la parroquia de Rendal, Arzúa, de que ya dimos cuenta, y del cual fue autor un mocetón de 24 años que goza fama de pendenciero y estuvo procesado diferentes veces por lesiones, escriben los siguiente:

“Las desgracias que causó en la noche del domingo no reconocieron por móvil, segun la voz pública, ningún deseo de venganza, ni fueron resultado de provocación alguna, sino que obedecieron tan solo á la índole depravada y horrible placer en el crimen del matón de Rendal. Asociado á otros dos de su calaña para que le guardasen las espaldas, se apostó en un punto de salida de la romería por donde tenían que desembocar gran parte de los concurrentes, proponiéndose apalear á todos cuantos por allí pasasen, quienes quiera que fuesen. El primero que se dice tuvo la desgracia de pasar fue Angel Fuentes, joven humilde y apacible, de unos 18 años, y cuando regresaba á su casa con otros dos hombres y un hermano que llevaba de la mano, el hombre-fiera le dió tan fuerte golpe en la cabeza con un palo que le hizo ir á caer muerto á muy poca distancia de aquel sitio.

Pasa luego un anciano y de un golpe de palo le arranca los dientes y destroza la mandíbula inferior. Apalea sucesivamente a otros ancianos que pasan, y hasta se dice que hay mujeres apaleadas también, las cuales no dieron parte por temor.”

Este salvaje, que después de perpetrados tales hechos se dió a la fuga, aun no ha podido ser capturado, pero la fuerza de la Guardia civil del puesto de aquella villa practica activas gestiones para lograrlo.

O día 31 de outubro de 1895, un mes e medio despois dos feitos que provocaron unha morte e catro feridos, o mesmo xornal publicaba:

EN ARZÚA

Muerto por la Guardia civil

Practicaba desde hace días gestiones la fuerza de la Guardia civil del puesto de Arzúa, á fin de lograr la captura de un sujeto llamado Manuel Orois alias Fiandeiro.

Hallábase éste reclamado por el juez de instrucción de aquella villa á consecuencia de los sucesos ocurridos no ha mucho en la parroquia de Rendal, de que ya hemos dado cuenta.

Conocedor el Orois de la activa persecución de que era objeto, ponía todo su empeño en ocultarse.

Sin embargo el cabo de dicha fuerza llegó a tener noticia el día 28 de que el tal sujeto se hallaba escondido en su propio domicilio, en la parroquia de Villantime.

Allá se dirigió con la fuerza de su mando y cercó la casa para registrarla.

Estaba cerrada la puerta de entrada; llamó y no obtuvo respuesta.

Transcurrieron algunos momentos y de repente, cuando los guardias menos lo esperaban, vieron salir al Fiandeiro.

En rápida carrera cruzó por entre ellos y se lanzó campo traviesa.

Llevaba en la mano una navaja de grandes dimensiones, que blandió al salir para abrirse paso.

En la faja se le veía asomar una navaja de grandes dimensiones, que blandió al salir para abrirse paso.

Pasados algunos instantes, cuando los guardias civiles se repusieron de la sorpresa que la inesperada salida les produjo corrieron tras el fugitivo.

-¡Alto á la Guardia civil!-le gritó el cabo.

El Orois no hizo caso y siguió huyendo.

Repitió el cabo la intimación otras dos veces, y como fuera también desobedecida mandó hacer fuego.

Una bala fue á herir al Fiandeiro, que girando sobre sus talones cayó pesadamente en tierra.

Cuando se aproximaron á el los guardias ya estaba muerto.

Denunciado lo ocurrido al juez de instrucción del partido se presentó en el lugar del suceso y procedió al levantamiento del cadáver.

Se le ocuparon además de la navaja, que aun conservaba abierta, en la mano derecha, una pistola de dos cañones, cargada.

El finado sujeto ya había sido condenado hace tiempo por la Audiencia de La Coruña a tres años y un día de prisión correccional por lesiones inferidas á un pedáneo.

Desde entonces viniera ejecutando actos punibles, burlando la vigilancia de las autoridades.

Perdigonadas na ponte de Ribadiso

O xornal “La Voz de Galicia” recolleu o 27 de xaneiro de 1931 estes feitos, sin darnos conta das causas que os poideron motivar:

Las vecinas de la parroquia de Rendal en Arzúa, Ramona Vázquez Gómez y Ramona Vilar Vilar, de 68 y 64 años, respectivamente, al pasar por el puente de Ribadiso, subitamente recibieron una perdigonada, resultando con diferentes heridas en distintas partes del cuerpo, calificadas de pronóstico reservado por el médico que las asistió.

Como autores de los disparos fueron detenidos por la Guardia civil y puestos a disposición de la autoridad judicial, Vicente González Villar y otro joven que le acompañaba.

Se le ocuparon dos escopetas de caza que usaban sin licencia.

Prendido un ladrón en Arzúa, descrición do botín

A “Gaceta de Madrid” número 34, do 3 de febreiro de 1875 contiña este edicto na súa páxina 294:

D. José Ignacio Pardo, Juez de primera instancia interino del partido de Arzúa.
Por el presente edicto cito, llamo y emplazo á los que se consideren con derecho á 124 rs. vn. en plata, una peseta falsa, una pistola de dos cañones sistema Lefauclieux, una caja con 24 cápsulas metálicas, una campanilla de iglesia del mismo metal, un reloj de plata Patent inglés con el núm. 17.126, una correa badana de las que suelen usar para jugar, una cucharilla de plata y un pañuelo de color usado, con que ha sido aprehendido Benito Varela N. después de haberse fugado de la cárcel pública de esta villa en que estaba por consecuencia de sumaria formada contra el mismo y otro sobre robo, para que dentro del improgable término de ocho dias lo manifiesten ante el Sr. Juez de su partido, de quien espera lo comunique á este Juzgado para en su vista proveer lo que corresponda.
Dado en la villa de Arzúa á 19 de Enero de 1875.== José I. Pardo .= Por mandado de S. S., Domingo M. Lado.

Pistola de dous cañóns como a que levaba Benito Varela ao ser detido en Arzúa

Morre accidentalmente unha moza en Ferreiros por un disparo

A primeiros do século XX existía unha costume entre os mozos chamada “correr a pólvora”, e que consistía en que, ao rematar unha romería se reunián e disparaban os seus revólveres ao aire. No xornal “La Voz de Galicia” do 3 de setembro de 1920 aparece unha tráxica nova, que nos conta como unha moza de 18 anos recibeu no pescozo unha desas balas disparadas por diversión:

Joven muerta en Arzúa

Hubo el domingo una romería en la parroquia de Ferreiros, del distrito de Arzúa, y acudieron a ellos mozos y mozas de aquella aldea y de las inmediatas.

También fueron a la misma fiesta reunidos, la joven de dieciocho años de edad Dolores Balado Rodríguez, sus hermanos Manuel, María y Mercedes y los mozos Manuel García Brocos y Cristóbal Vieites Aldariz.

Terminada la romería al anochecer, los mozos de aquella comarca allí reunidos, siguiendo una costumbre tradicional en tales fiestas, “corrieron la pólvora” disparando sus revolvers al aire.

Tuvo esto lamentables resultados, ya que una de las balas fué a herir en el cuello a la joven Dolores Balado, la que no tardó en fallecer.

Enterada de la desgracia la Guardia civil, detuvo al hermano de la víctima y a los otros dos mozos que le acompañaban, poniéndolos a disposición del juez de Arzúa.

O mesmo feito foi recollido o mesmo día por outro xornal: “El Compostelano: diario independiente”, que co antetítulo “En una romería” deu así a nova:

Joven muerta de un tiro

El día 29 último se celebró en el pueblo de Ferreiros, de Arzúa, una romería, a la que asistía la joven de 18 años Dolores Balado Rodríguez, vecina de aquella parroquia acompañada de sus hermanos Mercedes, María y Manuel y sus convecinos Manuel García Brocos y Cristóbal Vieites Aldariz, de 17 años de edad.

Cuando más entretenidos se hallaban formando un grupo, la Dolores se sintió herida por un proyectil que le penetró por el lado derecho del cuello en dirección horizontal, alojándose en las glándulas del lado contrario y produciendo intensa hemorragia interna y externa á consecuencia de la cual falleció pocos momentos después.

De las pesquisas que la Guardia civil del puesto de Arzúa llevó a cabo, resulta que el disparo debió de ser hecho a corta distancia, y que por la dirección de la bala y hallarse la interfecta con sus acompañantes separada un buen trecho de la romería, es casi seguro que el tiro fué disparado por el hermano de ésta ó alguno de los dos individuos que estaban en el grupo.

Los tres están detenidos y niegan ser los autores del disparo, aún cuando se contradicen en algunos extremos.

Morte do cabecilla carlista Mato e captura do Capador

O día 11 de xullo de 1835 o xornal de Madrid “El Eco del Comercio”, reproduce un parte do Conde de Cartajena, que a súa vez transcribe un informe do alcalde de Arzúa, que se engloba na I Guerra Carlista. Di así

El alcalde mayor de Arzúa con fecha de ayer me dice lo que copio:

“Excmo. Sr.: En esta tarde ha sido muerto el faccioso Mato, hermano de otro llamado el Bachiller, heridos otros dos, y herido y capturado el sanguinario Capador, por una partida de marina al mando del teniente de ella D. N. Villamil, y de ocho caballos, todos al mando del valiente e infalible comandante de las columnas de operaciones de este distrito D. José Tiscar, en el lugar de Tabeirós parroquia de Gondollin, á media legua de distancia de esta villa. Todos han dado pruebas del mayor valor, despreciando el fuego de los rebeldes, es especial dicho teniente de marina, según me ha informado dicho comandante Tiscar, que acaba de entrar con el infame sanguinario cabecilla.”

Batalla entre isabelinos e carlistas en Arzúa

A primeira guerra carlista, que enfrentou entre 1833 e 1840 aos partidarios do infante Carlos María Isidro de Borbón (carlistas) cos defensores de Isabel II e a sua nai, a rexente María Cristina de Borbón, (isabelinos ou cristinos) tivo gran repercusión en Arzúa. Os partes de guerra oficiais (dos isabelinos) refirense aos carlistas como “facciosos” e mencionan continuamente parroquias e aldeas arzuáns.

A primeira mención que atopamos ata o de agora a Arzúa nesta primeira guerra carlista (I guerra civil, na época) é esta nova publicada no número 220 do “Mensagero de las Cortes” o 20 de decembro de 1833 e que fala dun parte trasladado polo Capitán Xeneral de Galicia:

El mimo capital general traslado un parte del segundo comandante de infantería, adicto á la plana mayor, D. Genaro Fernandez Cid, que manda una columna compuesta de un oficial y 20 artilleros de la marina real, y otro oficial y 40 hombres de Extramadura con 8 soldados de caballería, en que manifiesta haber encontrado a la salida de Arzúa una facción de 30 infantes y 3 caballos, la cual fue atacada y perseguida por espacio de seis leguas, atravesando espesos bosques y escabrosos caminos, matándoles 7 individuos y dispersando á los demás; é inutilizando en el acto las escopetas y armas que había cogido.