Resistencia en Arzúa ao golpe do estado de 1936

Tras o golpe militar contra a II República Española do 18 de xullo do 1936, os arzuáns cortaron á estrada cunha barricada para evitar o paso dos sublevados e armaron unha milicia que tratou de chegar ata Betanzos. Ainda o día 25 de xullo se daban mostras de pública adhesión a República. Esto, distorsionado polo partidismo do autor, podémolo ler na páxina 214 do libro “Galicia y el movimiento nacional”, publicado en 1938 e escrito por Manuel Silva Ferreiro:

Arzúa, es acaso, de entre todos los partidos judiciales de la provincia, el que menos ha sentido la conmoción nacional de mediados de Julio de 1936.

Gente pacífica en su casi totalidad, los 51.869 pobladores de los diez municipios en que se divide el partido, apenas si se han dado cuenta de que su vida, su honor y su hacienda„ como la. hacienda y la vida y el honor de todos los españoles, estuvo a punto de caer •en las garras del comunismo.

En la misma capital hubieran pasado desapercibidos los sucesos, si a los contados revolucionarios de la villa, entre los que destacaba el alcalde Juan Manuel Vidal García, no se les ocurre levantar en la carretera —ante el rumor de que unos oficiales del Ejército iban a pasar por el pueblo— una especie de barricada que formaron con pedruscos y atravesando una vieja camioneta.

Esto sucedía el 19 de Julio, pero esto, no era suficiente para calmar los instintos revolucionarios del grupito rojo de Arzúa. Por eso hubieron de efectuar también la consabida requisa de armas, con las que equiparon a unos cuantos milicianos que, metidos en un camión, fueron despachados para Betanzos, a donde por suerte suya no hablan de llegar, por haber encontrado cortada la carretera.

Lograron además deshacer la feria mensual que el día 22 se celebraba en Arzúa, desbandándose los paisanos que a ella habían concurrido, no precisamente ante la cariñosa invitación que, pistola en mano les hiciera el alcalde, sino obedeciendo más bien a una falsa alarma debida al ruido que produjeran unas tablas al caer, o al de unos disparos hechos con toda intención, y consiguen, finalmente, dar el espectáculo y hacer el ridículo el día 25 saliendo del café “Plus Ultra”, puño en alto y dando gritos subversivos, después de haber escuchado un discurso de Marcelino Domingo, transmitido por “Radio Madrid”.

Suicidio do alcalde de Arzúa

No exemplar de “La Voz de Galicia” do 30 de xullo do ano 1897, dábase esta breve e triste nova:

Hace días se suicidó en Arzúa el alcalde de aquella villa D. Manuel Varela Vázquez.

Padecía hace tiempo una enfermedad mental, teniendo accesos de manía persecutoria.

Gozaba en Arzúa de muchas simpatías.

Dictame médico oficial sobre a epidemia de colera de Arzúa do 1853

O Boletín Oficial da provincia da Coruña do 20 de xuño de 1853, baixo o epígrafe “Circular num. 351. Ramos especiales.-Negociado 4º” o gobernador provincial Bartolomé Hermida, publicou un extenso ditame médico. A continuación reproducimos algúns fragmentos polos que podemos saber cousas como que daquela o cemiterio estaba no medio da vila, que case todas as casas tiñan a corte dentro, ou que no cárcere se amoreaban 88 presos. Para os máis interesados deixamos ao final un enlace ao documento completo:

Cuando por el Sr. Alcalde de Arzúa, se me participó el desarrollo de una fiebre parecida á la que invadió el distrito de Noya, dispuse entre otras cosas la remisión de fondos á aquella villa, el establecimiento de un botiquín, y la obervación del carácter de la enfermedad por dos profesores acreditados en la ciencia de curar, que designados por el Señor Alcalde de Santiago, lo fueron el Dr. D. Ignacio Caballero y el Licenciado D. Joaquín Iglesias Camino, quienes obedientes á la voz de la autoridad, salieron gustosos y sin dilación á cumplir con un deber sagrado que la humanidad doliente reclamaba de ellos; y después de haber examinado y estudiado con detenimiento la enfermedad, emitieron el siguiente luminoso dictamen.

Dictamen sobre la enfermedad reinante en la villa de Arzúa en Mayo de 1853.

Nombrados por el Sr, Alcalde de esta ciudad en virtud de disposición del Sr. Gobernador de la provincia, para observar el carácter de la enfermedad desarrollada en la villa de Arzúa, lo verificamos el día 28 próximo pasado.

A nuestra llegada nos presentamos á las Autoridades de aquella villa, y avisados los dos profesores que se hallaban asistiendo á los enfermos, conferenciamos á fin de averiguar las causas, invasión y desarrollo de la enfermedad, número de enfermos existentes, clasificación y método curativo que se seguía.

Inmediatamente recorrimos en compañía de dichos profesores la mayor parte de los enfermos de la población, sin olvidarnos, á pesar de la insalubre atmósfera en que están sumidos los presos de la cárcel pública, de reconocer igualmente los que allí existían. Hay casas donde se hallan seis enfermos, en otras cuatro y muchas tres y en pocas ó ninguna un enfermo aislado. En la cárcel había trece, y otra casa que servia de prisiion dos. (…).

Nada de fijo pudimos averiguar respecto á las causas que pudieron influir en su desarrollo, pero no podemos menos de confesar que son estacionales, apareciendo periódicamente, como sucedió en el año anterior en las parroquias cercanas a esta villa, aunque no invadiendo á un número tan considerable de individuos a la vez. La situación topográfica de Arzúa no puede influir en nada para su apareción, pues colocada en una altura esta precisamente combatida por todos los vientos; tan solo la situación del cementerio en el centro de las casas que casi todas tienen establos, y por tanto faltos de limpieza, y sobre todo la mala construccion del edificio de la cárcel pública en donde los calabozos y departamentos no tienen absolutamente ninguna ventilación, y en donde se hallaban ochenta y ocho presos, siendo por tanto un foco perenne de infección, pudieron contribuir para su mayor incremento, dándole á la enfermedad el carácter de epidémica. A esto debe unirse la estación intensamente húmeda y fría por que pasamos.

(…)

Las noticias que adquirimos ya en nuestra estancia en dicho punto y aun despues de nuestro regreso, son: que esta enfermedad sigue desarrollándose en las parroquias contiguas, como Santa María de Arzúa, San Martín de Calvos, de Sobrecamino, San Esteban del Campo, y por otro punto se presentaron ya algunos casos en Boente, no dejando de producir bastante estrago. Santiago 2 de Junio de 1853 (…).

|Dictame completo

O alcalde de Arzúa pide que a Garda civil acuda as romerías

No xornal “El Correo de Galicia: Diario independiente de avisos y noticias” do día 8 de xuño de 1903 publicouse:

El alcade de Arzúa interesó del gobernador civil que ordene que las fuerzas de la benemérita concurran á las romerías que desde este mes se celebran en aquél término casi todos los domingos.

O alcalde de Arzúa pide vacinas para combater a variola

O venres 10 de abril de 1903 saía a rúa en Santiago de Compostela o número 709 de “El Correo de Galicia: Diario independiente de avisos y noticias”, que dicía na súa primeira páxina:

Se presentó la viruela, con carácter alarmante, en el distrito de Arzúa.

Para poder atacarla, e alcalde de aquella villa interesa del gobernador civil que se le remitan 50 tubos de linfa vacuna.

Morte do cabecilla carlista Mato e captura do Capador

O día 11 de xullo de 1835 o xornal de Madrid “El Eco del Comercio”, reproduce un parte do Conde de Cartajena, que a súa vez transcribe un informe do alcalde de Arzúa, que se engloba na I Guerra Carlista. Di así

El alcalde mayor de Arzúa con fecha de ayer me dice lo que copio:

“Excmo. Sr.: En esta tarde ha sido muerto el faccioso Mato, hermano de otro llamado el Bachiller, heridos otros dos, y herido y capturado el sanguinario Capador, por una partida de marina al mando del teniente de ella D. N. Villamil, y de ocho caballos, todos al mando del valiente e infalible comandante de las columnas de operaciones de este distrito D. José Tiscar, en el lugar de Tabeirós parroquia de Gondollin, á media legua de distancia de esta villa. Todos han dado pruebas del mayor valor, despreciando el fuego de los rebeldes, es especial dicho teniente de marina, según me ha informado dicho comandante Tiscar, que acaba de entrar con el infame sanguinario cabecilla.”

Polémica entre os alcaldes de Santiago e Arzúa por negarse a alimentar un preso

Esta historia, recollida na tese de doutoramento de 2012 “Administración, gestión y poder político en el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, 1845-1868” de Ana Cristina Pérez Rodríguez foi publicada na Gaceta de Madrid do 19 de xuño de 1862. Un detido en Arzúa (Marcos Puñín) foi enviado a Santiago polo alcalde de Arzúa alegando que era veciño daquela cidade. Despois de dúas semanas de investigación, o tenente alcalde de Santiago mandouno de volta para Arzúa dicindo que era veciño deste municipio. O alcalde de Arzúa non o quixo alí e mandouno de novo para Compostela, onde o alcalde non puido procesalo por falta de competencias. O motivo de tanto traslado estaba en que ambos concellos trataban de evitar pagar o mantemento do preso.

O detido denunciou ao xuíz de primeira instancia a conduta de ambos alcaldes e o xuíz intentou procesar ao tenente alcalde de Santiago (Manuel Turnes, alcalde accidental) e ao alcalde de Arzúa (Manuel González) pero non puido facelo por que o Gobernador suspendeu a causa alegando que actuaran baixo o artigo 73 da “Ley de Ayuntamientos” de 1845.