Manuel Vidal, un afamado pintor nado en Boente

En 1945 naceu en Boente Manuel Vidal González, marchou de neno cos seus pais para Barcelona e dende finais dos anos 50 vive en Ourense. Para ubicalo: seu pai foi “Juan Vidal Sánchez, fillo de Maripepa do Crego, irmán de Mercedes Vidal Sánchez, muller de José López Agra, o que tiña o aserradero, a carón da igrexa da Castañeda.”

Compartimos hoxe un vídeo de 6 minutos grabado por Salomé Caamaño Cives con motivo da exposición “Oficio e Arte” (do 16 de marzo ao 7 de maio de 2023) no Centro Cultural Marcos Valcarcel, de Ourense

Así mesmo reproducimos íntegra a súa biografía escrita en 2004 por Xavier Limia de Gardón (profesor o crítico da Historia da Arte, escritor e conferenciante):

‘Manuel Vidal”, el artista, Manuel Vidal González el hombre. Su firma directa, en segura caligrafía, dice de su persona. Su rúbrica habla, afirmándose, al pie de sus obras, con voluntad realista. Con Manolo se parte del ser, en una ontología de la vida: desde ella se halla su arte

LOS CAMINOS PRIMEROS DE LA VIDA

Nació Manuel en el territorio de Arzúa, provincia de A Coruña, en las tierras de la parroquia de Santiago de Boente, por las que atraviesa el “Camino de Santiago”. Es Boente lugar celebrado por su agua fresca y con fama de milagrera en la fuente de A Saleta, al lado de la que pasan los peregrinos hacia Boente de Baixo, en dónde se halla la iglesia parroquial de tres relojes, en cuya pila bautismal se cristianiza el niño Manuel el año 1945. En este origen hay como un premonición del destino, que teje la tela del futuro artista, pues si de una parte su arte refleja una gran preocupación por la precisión -base del control del tiempo-. de otra parte. con sus padres, comenzará un peregrinaje que le lleva a Cataluña, en los primeros y decisivos años de su vida.

En efecto, debido a la profesión de ferroviario del cabeza de familia, se trasladan a la importante ciudad catalana de Vic (Barcelona), dónde vivirá los años de infancia en un medio ajeno a Galicia, lo que dejará un poso decisivo en el futuro artista. En lo referente a los estudios se forma en el “Colegio del Sagrado Corazón”, dirigido por los Hermanos Maristas de la Enseñanza, en dónde comienza a destacar por sus notables condiciones para el dibujo, entrando con ocho años como alumno Pedro Punti Serra. Éste. gran dibujante, tenia además un obrador especializado en tallas religiosas. En este ambiente inicia Manuel su camino en el mundo del arte, que descubre desde la sensibilidad de sus progenitores y la enseñanza con los Maristas, Instituto religioso francés que desde Girona se extendió por España, siendo esta casa de Vic una de las más importantes de La Orden pues habla sido fundada en 1888 -tan sólo dos años después de aquella-, y era la sede del “juniorado’. Una de las características pedagógicas, que le ha dado justa fama, era el esmero en la caligrafía, que se aprecia aún en Vidal. La antigua ciudad episcopal de Vic, con sus notables retablos y pinturas góticas; la propia catedral, con pinturas murales de Sert, son el germen de la dedicación actual de Manuel Vidal a la restauración artística y a la pintura.

A finales de los años cincuenta su familia se traslada a Ourense, por cambio de destino de su progenitor, llegando a la ciudad gallega cuando ésta se convierte en el nuevo núcleo ferroviario de entrada al noroeste peninsular. En la ciudad de Santo Cristo, el puente y las Burgas -en la socorrida copla en la que se condensaba por estos años los ejes de la provinciana capital, continuará su Vida en adelante. haciendo los estudios de bachillerato, que compatibilizará con los de “dibujo técnico’.

LA FORMACIÓN ORENSANA

A comienzos de los años sesenta asiste a la Academia de D. Luis Fernández Pérez, ‘Xesta’ (+1969), discípulo del malogrado pintor de Esgos Ramón Parada Justel. pintor éste que Vidal ha estudiado, a través de las obras que se conservan de este artista de la ‘generación doliente’ en el Museo Arqueolóxico y de Bellas Artes de Ourense. En la Academia de D. Luis, en la que se enseñaba modelado, vaciado y adorno, entra Vidal para desarrollar su conocimiento del dibujo lineal con aquel, gran dibujante y maestro exigente, de gran fama en las décadas de los años cincuenta y sesenta, cómo continuador de Juan (+ 1944), su hermano, significativa figura de la Auria del primer tercio de siglo.

En esta pequeña ciudad del interior gallego hay, en estos años. un notable grupo de intelectuales, y artistas, a cuyo ámbito se acerca nuestro autor. Son aquellos Ramón Otero Pedrayo y Vicente Martínez-Risco Agúero, eximios intelectuales de la ‘Xeración Nós’. que tanta importancia han tenido tanto para la definición del pais gallego. En tomo a Risco se aglutina la ‘Peña de los Sabios’, grupo de jóvenes que. desde finales de la década de los años cuarenta. en determinados cafés, hacen de la tertulia ‘una isla en el duro desierto cultural de la autarquía- durante el Régimen dictatorial del General Franco. Hay artistas como Manuel Prego, Arturo Bailar y Antonio Failde, y, a veces, Celso Emilio Ferreiro, poeta de devoción para Vidal. Entre éstos hombres de letras dos hombres influyen de manera decisiva: Luis Vázquez Trabazo, abogado, escritor, periodista e critico de arte, y Segundo Alvarado Feijoo-Montenegro, jefe de programación de Radio Nacional, periodista y director teatral. El maestro Risco es el impulsor en el ámbito del grupo que bautizó cómo “os artistiñas” en el bar de O Tucho del Eirociño dos Cabaleiros, rebautizado como “O Volter” tras un comentario del sabio, y entre el que se encontraban, entre otros. artistas como José Luis de Dios, Xaime Quessada, Acisclo Manzano, y Manolo de Buciños.

Con éste último, escultor -y también con otro, Xosé Cid-, tendrá Vidal una relación entre el aprendizaje del oficio y la amistad, sobremanera con “Buciños”, del que era vecino en el bario de “a Ponte”, al que frecuenta en su estudio de la Rúa do Mercado. Por influencia suya, comienza a interesarse por esta actividad artística, que será el origen de esta vertiente profesional.

Poro la actividad profesional inicial de Manuel Vidal es en el ámbito de una agencia de publicidad, ‘Spacio”, interviniendo en el diseño de carteles y catálogos. De aqui pasa, como dibujante técnico, al estudio de arquitectos, siendo el principal en su formación el de Antonio Alés Reinléin, importante figura política en el Ourense de estos años. De gran importancia posterior en su “modus operandi” artistico referido a la elaboración espacial de sus cuadros, resueltas con una honda percepción técnica, aspecto a resaltar en el panorama artístico de las últimas décadas. Los viajes que hace a diversas ciudades españolas, y a Italia principalmente, para contemplar la obra de los grandes maestros del arte, le permiten ampliar su conocimiento plástico.

Paralelamente. dos hitos deben ser señalados. El primero se produce mediada la década de los años setenta, en 1977, año en el que pone taller de restauración de obras artísticas religiosas, tras el aprendizaje desde la obra de Tony Roth (Instituto Max Doerner de München Alemania), con Maria, su mujer, con la que se acaba de casar este mismo ano. Es el segundo su dedicación a la enseñanza cómo profesor de dibujo artístico (Verin, 1994-1996), y de óleo, desde 1996, en la “Escola de Artes e Oficios” de la Deputación de Ourense.

MANUEL VIDAL ARTISTA

En la década de los años setenta nuestro autor cambiará su “modus vivendi”, pasando a trabajar en su gran pasión: el arte. Así, desde 1972 comienza a practicar la pintura a ‘plein air’, saliendo en muchas ocasiones con su caballete a las calles y plazas, para pintar espacios y también a sus gentes: frecuentando también el campo en esta formación temática. Y técnica, pues practica de manera sistemática tanto el óleo como el pastel, el acrílico, las ceras, las plumillas, o el lápiz de grafito, con alguna incursión incluso en el grabado. La exposición que le sirve de presentación se produce en el Otoño de 1975, en el Liceo de Ourense: son veintidós óleos y ocho dibujos a plumilla, obras que lleva asimismo a la Galería Altamira de Pontevedra. Al año siguiente colgará en la Galería Souto, volviendo a ella en 1977, con treinta paisajes y dos retratos, uno de los cuáles es copia del que Parada Justel le hiciera a su madre, obra en la que se reconoce la maestría del gran pintor gallego. Su cuarta exposición en Ourense será en las dos salas del Museo Arqueoloxico, en la víspera del día de las ‘Letras Galegas’ de 1979, en las que cuelga treinta óleos.

Sale también a concursar en la Bienal Internacional de Pontevedra, siendo seleccionado en IIª y la IIIª , en los años 1976 y 1979. respectivamente. Este último año se presenta también al 1° Premio Nacional de Pintura de Pequeño Formato’, volviendo en 1982, para exponer con los demás participantes en la Galeria Arboreda de El Ferrol. Pero será en la segunda mitad de la década de los ochenta -en concreto en 1986-, cuando obtenga un primer premio, como cartelista, en el primer concurso de Cociña Galega, en Santiago.

Tras aquellas primeras exposiciones en Ourense y Pontevedra continúa su periplo gallego en Santiago en 1977 (Caixa de Aforros) y A Coruña (Galeria Ceiba), pasando después a Lugo en 1978 (sala del Banco de Crédito e Inversiones) y Vigo (Caja de Ahorros Municipal), con lo que se puede dar por concluida lo que puede considerarse su presentación al público de Galicia. Lo principal de su producción son óleos, completando las muestras con plumillas. En cuanto a la temática son paisajes del interior gallego, que muy pronto amplia con marinas, destacando, además, la poderosa presencia de la figura humana. Trapero Pardo (Lugo, 1979), a propósito de su segunda exposición en su ciudad constata como el artista posee ‘una técnica más segura … apoyada en un realismo notorio (con) cualidades estéticas que van más allá de la realidad para darles el sentido poético que hay en todas las cosas’. Jerónimo Navarro (1979) aprecia que ‘sus paisajes nos den la impresión de algo verdadero, y, sin embargo, superior a la cruda verdad, pues tienen una atmósfera semi romántica’, desde la mesura delicada del artista. Asi expone a continuación en A Coruña (Galeria Cabo), en 1980; y en la Galeria Souto de Ourense a finales de 1981. Alvarado destaca entonces su ‘trabajo honesto, serio y responsable, volcado en penetrar honda e inquisitivamente en la realidad gallega de nuestro entorno: en el inicio de los estudios sobre figura y, sobre todo, en ese trabajo paciente de alcanzar texturas a base de sucesivas capas de pintura’. De su calidad como retratista es el cuadro que hace del Rey D. Juan Carlos I° para el salón de sesiones del Ayuntamiento de Ourense en 1982.

En 1983 su principal exposición es la de la sala de la Caixa de Aforros de Vigo; y en 1984 en la Casa de Cultura de Ourense, llevando además su obra a la Galeria Catro de A Coruña y “S.M-” de Lugo. Cobra entonces fuerza una temática de tipo social, en lo exterior costumbrista, de la que son muestra obras tan significativas como “Monólogo do vello traballador” , que compra el Senador socialista Celso Montero. En 1985, producto de su relación con ‘Buciños”, comparte sala con él en la exposición de la Sociedad Artistico-Cultural de A Troya, presentándose ya sólo en la Galeria Itxaso de Zaragoza.

Monólogo do Vello Traballador
Vello cabilando), ól. 116 x 90 cm. obra de Manuel Vidal

Dos años después (1987) expone en Ourense, en la sala que la Caixa tenia en la Torre, en la que se presenta con pasteles, como ‘A praza do Ferro’. El pintor José Corral Díaz -en su crítica periodística que firma con el seudónimo de ‘Color Gris’• destaca que es una “exposición completa” de este “pintor de vivencias reflejadas”, “que se desenvuelve dentro de un impresionismo muy personal, portador de secuencias gratas”, “mensajes plásticos tocados o cargados con mucho oficio”. En 1989 vuelve ir a Vigo, a la sala de la Caixa de Aforros. Al año siguiente viaja a Valladolid (Caja España) y Oviedo (Galeria Vetusta), para concluir el año en Ourense en la Caixa, exponiendo en 1992 únicamente en la nueva Galería Marga Prada, para hacerlo en 1993 en la Caixa de Vigo y en la “Fundación Araguaney” de Santiago. En 1994 son Lugo (Circulo das Artes) y Vigo (El Rincón de los Artistas). En relación a ésta última, el artista presenta un cambio sustancial. al entrar en dialéctica con el “arte abstracto”, con obras como “Consigna postrmodernista*. Se confiesa entonces como “sumiso rebelde”, entendiendo por ello el respeto a la técnica, y a la experiencia plástica. Y sigue pintando obras de temática social, caso de “No pórtico da Catedral de Ourense”.

Debe llamarse la atención también en relación a otro aspecto, que puede ayudar a acercarse mejor a la personalidad del artista. Manuel Vidal como hombre de su tiempo abierto a otros circuitos artísticos, gusta de mostrar sus obras en las escasas galerías de las más importantes de villas, caso de las salas de la Caixa de Aforros de Galicia en Monforte (1982) o la de Caixa Ourense en O Barco (1985); y asimismo en “espacios de ambiente” con público accidental, ámbito de consolidado prestigio en el mundo artistico local orensano, caso del Café Estudio 34 (1985, 1991, 1996) o el Café Isaac (1995). En esta linea de presencia, debe entenderse su participación en exposiciones colectivas de carácter benéfico solidario, caso de la subasta para Unicef (Ourense, 1980), contra el Sida en la Galería Volter (Ourense. 1994) y en Caixa Galicia (2002), o en el Liceo, para ayuda del Asilo de Ancianos (1994), o más recientemente las de la “Cruz Roja” (2003), y contra el ‘Sida` (2002).

LOS AÑOS RECIENTES

En Octubre de 1997 son seleccionadas sus obras, entre las de otros pintores realistas españoles, para una muestra en Madrid, exponiendo en el Zayas Club. Y a finales del mismo año tiene otro importante reconocimiento de su camino artístico en su propia ciudad. En efecto. en la sala que el municipio tiene en el Museo expone una muestra» resumen de la trayectoria, con catálogo que prologa Segundo Alvarado, critico artístico que lo ha seguido desde sus comienzos. Una obra, basada en el “Cantar de los Cantares” -policromía sobre oro-, llama especialmente tanto por temática cómo por la técnica, en relación con su destacable faceta de restaurador del arte religioso desde el barrio de O Couto.

En 1998 va una vez más hacia las Rías Baixas exponiendo en Vigo en la sala de la Caixa, y en el 2000 se dirige tierra adentro hacia Lugo (Galeria Nova Rúa). Pero será la exposición que acometa a finales del 2001 en el antiguo ‘edificio Simeón” -hoy roacondicionado por la Deputación Provincial para Centro de Exposiciones y Conferencias-, su más importante cita expositiva de los últimos años, por la relevancia de esta sala institucional en la plaza orensana Con ella contribuyó a la puesta de largo de este centro, en los meses iniciales de su nacimiento. Una de sus últimas exposiciones individuales, hasta el momento de redactar estas lineas, ha sido la As Neves (Pontevedra), en los días finales de 2003 y primeros de 2004, hallándose inmerso desde su actividad de restaurador artistico y el diario contacto con alumnos y discípulos en las clases, en la preparación de una exposición en la ‘Casa de Galicia’ de Madrid

Hasta aqui esta suerte de síntesis del quehacer do Manolo Vidal en el amplio campo del arte. en el que ha dejado sus huellas diferenciadas partiendo de un hondo respeto a la tradición artistica, bases desde las que podemos percibir una voz de gran aliento, tal cómo se aprecia en cuadros como “Vencidos” o “La cena del Rey Baltasar”, todavía en elaboración en esta Primavera de 2004. El artista, comprometido con su arte porque gusta de comprometerse con la vida, es realista, pero con un realismo humanista de raiz vital lirica que, sin perderla, parece preferir en los últimos años temas de amplio espectro alegórico, tratados con un gran dominio de los planos y de la textura de la luz, al servicio de una idea, El Arte como signo, que manifiesta a los lados del Ser escondido. El milagro de la expresión que explícita la existencia y el cuerpo, en el que se encama el misterio. La poesía de Pablo Neruda y Miguel Hernández, de León Felipe y San Juan de la Cruz -además de La del mencionado Celso Emilio-, han sido en su caminar, mucho más que inspiración y aliento de su espíritu, de hondo sentir cristiano compatible en la estética con un ethos de hondo calado humanista, que están presentes en sus obras mientras traza perspectivas y matiza la panoplia cromática, desplegándolos ante nuestra sensibilidad con humildad (y magisterio), ofreciéndonos su camino del arte.

|Biografía de Manuel Vidal por Xavier Limia de Gardón
|Vídeo en youtube da exposición “Oficio e arte” por Salomé Caamaño Cives
|Blogue “Do gran ó pan” con varias entradas sobre Manuel Vidal e de onde se tomou a imaxe do cadro “Vello cabilando”
|Portafolio de Manuel Vidal

Os pazos de Arzúa na guía de Xosé L. Laredo Verdejo

Na guía que en 1999 editou o Concello de Arzúa (sen ISBN), titulada “Guía de Arzúa. Terra de Quesos, Caminos y Turismo Rural” e que escribeu Xosé Luis Laredo Verdejo adícase un apartado aos pazos do concello de Arzúa. Menciona dez e son os seguintes:

  • Remesil
  • Fondevila
  • A Riba
  • Bascuas
  • Pumar
  • Sedor
  • Outeiro
  • Orxal
  • Calvos
  • Brandeso

Adicionalmente, nun pe de foto citase a casa grande do lugar do Curro na parroquia de Figueroa. Reproducimos o texto do apartado 9, “Pazos”, que comenza na páxina 89:

Eran muchos los pazos desde los que los feudales gobernaban las tierras de Arzúa, por la feracidad de sus tierras y su importancia histórica. La mayoría han perdido su carácter pacego y abandonados o vendidos por sus señores se han convertido, en el mejor de los casos, en grandes casas de labranza. Así vemos el de Remesil en Dombodán, el de Fondevila, junto a la iglesia de Pantiñobre y el de A Riba, de la que sólo queda la capilla de San Bieito. Cerca de Ribadiso, se restauró acertadamente el pazo de Bascuas.

En Castañeda se miran dos grandes pazos de factura muy similar. A la orilla del Camino de Santiago el de Pumar, habitado y bien conservado, con su chimenea coronada de pináculos, torre y una galería orientada al mediodía. Frente a él, convertido en casa rural, el monumental pazo de Sedor, que fue solar de los Pita da Veiga. En el límite con el municipio de Melide, confundido con el poblado de Boente también se conserva en parte el que fue pazo de Outeiro de Boente.

La carretera de Arzúa a Pontecarreira atraviesa la extensa parroquia de Calvos de Sobrecamiño, en la que se conservan varios pazos. El de Orxal destaca en medio de este poblado por el volumen de su construcción del siglo XVII y la gran chimenea y el de Calvos de Sobrecamiño, al lado de la iglesia de San Martiño, perfectamente restaurado.

El pazo de Brandeso, en la parroquia de este mismo nombre, es sin duda el que mejor se ha conservado, desde su construcción en 1554, según una inscripción que aparece en la capilla. Las reformas posteriores a esa fecha son evidentes, pero conserva sereno su antigua grandeza.

Boente na guía de Everest “Arzúa no Camiño de Santiago”

Boente: Fonte da Saleta

Reproducimos o texto adicado a Boente, publicado nas páxinas 78 e 79 do libro “Arzúa no camiño de Santiago”, con ISBN 8424199219, escrito por Eduardo Aurelio Cacheda Vigide e publicado polo Concello de Arzúa e Everest no 1987:

Boente, Santiago

Agrupando case toda a súa poboación nos lugares de Boente de Arriba e Boente de Abaixo, con algúns núcleos máis pequenos en Martulo, Outeiro, Pazos e Peroxa, entre Melide e Arzúa, seguindo a estrada de Santiago está a parroquia de Boente.

Sobre o mesmo Camiño de Santiago, a súa igrexa paroquial do século XX foi edificada no mesmo lugar e cos restos dunha igrexa románica do século XII previamente derrubada para construí-la actual. Da igrexa románica quedan dous interesantes capiteis incrustados no exterior do muro plano da cabeceira do edificio actual.

Da antiga igrexa gárdanse certas imaxes de indubidable valor; un Santiago peregrino entronizado, derivación da imaxen pétrea do altar maior da Catedral de Santiago, obra dos principios do século XIX; unha Virxe do Carme e un San Roque, ámbolos dous do século XVIII; a imaxe de San Silvestre é de raíces góticas, dunha arte moi popular e dunha difícil datación cronolóxica.

Case enfrente da igrexa, á outra beira da estrada xeral, hai un cruceiro e unha fonte de granito do século XIX que derivan dos tipos compostelanos. A fonte (da Nosa Señora da Saleta) foi lamentablemente alterada na súa zona central cunha obra de cimento e lousa de mármore branco. O cruceiro ten a base enterrada, pé de fortes chanfráns, vara de arestas matadas e cruz florenzada sen Crucificado.

No lugar de Outeiro existe un antigo pazo que procede dos Sánchez Boado. Despois de pasar por sucesiva xeracións a última representación vincular do mesmo pasou a don José Domínguez Feijoo.

Boente celebra grandes festas na honra do seu patrono, Santiago, os días 25 e 26 de xullo; e tamén da Virxe da Saleta o primeiro domingo de setembro.

As solemnidades destas celebracións son preparadas con moito esmero e coidado, tanto no seu aspecto relixioso coma no de expansión e divertimentos profanos.

Boente: capitel da igrexa románico

O que dí a Gran Enciclopedia Galega do Concello de Arzúa

O tomo dous da Gran Enciclopedia Galega, editada por Silverio Cañada no ano 1974 e con ISBN 84-7286-037-x contén nas páxinas 237 e 238, baixo a voz “Arzúa” un artigo de Antonio Taboada Roca adicado ao Concello de Arzúa e que hoxe reproducimos. Incluímos ademáis unha fotografía da época da praza da vila que ilustra o artigo.

ARZÚA. Municipio de la provincia de La Coruña y diócesis de Santiago. Limita al N. con los municipios de Boimorto y Frades, al S. con el río Ulla, que los separa de la provincia de Pontevedra, al E. con el Ulla y los municipios de Melide y Santiso, y al O. con los Touro y O Pino. Tiene una extensión de 154,6 km.² y una población de 9.064 habitantes, agrupados en las parroquias de Santa María de Arzúa, Santiago de Arzúa, Boente, Brandeso, Branzá, Burres, Calvos de Sobrecamiño, Campo, Castañeda, Dodro, Dombodán, Figueiroa, Lema, Maroxo, A Mella, Oís, Pantiñobre, Rendal, Tronceda, Viladavil, Vilantime y Viñós. El terreno es accidentado y de naturaleza arcillosa, con elevaciones que no sobrepasan los 500 m., siendo las principales el monte Viso, Martelo, Maroxo, Castro-Cornedo, Cornado. El Iso, que nace en las faldas occidentales del Bocelo y riega el valle de Arzúa, el Ulla, Carracedo, Mera y Tambre son los ríos principales. El clima es atlántico y los vientos más frecuentes son los del N. y los del S., estos últimos portadores de lluvias, abundantes de enero a abril. Las temperaturas se mantienen dentro d euna amplitud media relativamente moderada. La principal vía de comunicación es la carretera Santiago-Lugo y la de Arzúa a Lalín, además de varias carreteras locales. La estación de ferrocarril más próxima es la de Curtis, a 24 km.
La economía se basa en la agricultura y en la ganadería. Las tierras cultivadas están muy repartidas y producen principalmente maíz, patatas, frutales, hortalizas, forrajes, trigo y centeno. cuenta con buenas praderías, muchas de ellas con regadío y de notable rendimiento. El ganado vacuno, de cerda y lanar, además de las explotaciones avícolas, constituyen la principal fuente de riqueza. La explotación forestal desempeña también un papel importante, sobre todo el pino, eucalipto, castaño, roble, abedul y fresno, que abundan en las tierras no cultivadas de propiedad privada, con la particularidad de que, además, estas tierras producen pastos permanentes, excepto en los pinares. La fauna es la característica de estas zonas y climas: lobos, zorros, jabalies, liebres, conejos, perdices, etc. La industria tiene poca importancia, sin embargo hay que señalar la existencia de dos pequeñas fábricas de tapizados, varios aserraderos y unos veinte talleres de carpintería mecánica. La actividad comercial del municipio se centra en las dos ferias mensuales que se celebran en Arzúa los días 8 y 22 de cada mes y son unas de las más importantes de Galicia por la gran afluencia de ganado y de productos agrícolas. Algunos autores -dice A. Taboada Roca- creen que la Araduca citada por Tolomeo en su Geografía Universal es la actual villa de Arzúa, que en la Edad Media se reducía a unas cuantas casa a orillas del Camino de Santiago y próximas a su iglesia parroquial. su antigua jurisdicción comprendía diez feligresías, cuyo señorío ejercían los arzobispos de Compostela, los cuales le concedieron los siguientes fueros:
“Esto he o que o Arcebispo ha na vila d’Arçua: O temporal e o espiritual. E o Concello deulle dar dous cobres e facer a o Arcebispo ou seu Vicario dos dous cobre dúas xusticias e deue fazer o xuez e o notario na dita vila. Item cando o Arcebispo veña de Castela ou de roma ou d’en cas do Rey, hanlle de dar os moradores da dita vila un odre de viño e sesenta panes de senllos diñeiros. Item a medad dos portajes e a medad das voces e dos amezios e a outra amedade he do Concello. Item o padrón da iglesia de Santiago d’Arçua.” Labrada, en la descripción económica de Galicia (1804), dice que la jurisdicción de Arzúa tenía en esa fecha 612 vecinos y que sólo había una fábrica de tejas en Sendelle. En Arzúa -sigue diciendo- se celebra feria el día 8 de cada mes y concurre a ella mucho ganado vacuno, caballar, lechones, gallinas, huevos, trigo y centeno. Episodios notables de las luchas civiles que tuvieron por marco esta zona fueron, según Taboada Roca, el sermón pronunciado en Arzúa por Santiago Pastoriza, el 30 de mayo de 1831, con motivo de la bendición de la bandera de los voluntarios realistas, en el que relató los actos de heroísmo de sus paisanos. En un choque de aquéllos com los constitucionales, éstos derribaron la torre antigua de la iglesia parroquial. Tres años después, la villa y comarca de Arzúa fueron testigos de las luchas carlistas y liberales.
Prueba evidente de la importancia histórica de este municipio, atravesado por el camino de Santiago, es la abundancia de casas señoriales esparcias por todo el término. Si bien unas han desaparecido y otras están en ruínas, aún son varias las que se mantienen en pie. Así, por ejemplo, la de Brandeso, de los Montero Figueroa, de la misma familia de la que provienen Rosalía Castro y Emilia Pardo Bazán; la de Orxal, la de Vilantime, la de Bascuas, la de Barrio y la de Sedor, de los Pita da Veiga, descendientes del soldado gallego que hizo prisionero a Francisco I, rey de Francia en la batalla de Pavía. Los principales monumentos son la capilla de la Madalena, antigua hospedería de peregrinos, y la torre de la iglesia parroquial, que data de 1829. Los edificios del ayuntamiento, del juzgado y de la carcel fueron construídos el siglo pasado, gracias a la iniciativa de Barreiro, diputado en Cortes por este distrito.
Todavía se conserva la creencia popular del poder curativo -sólo para el dolor de muelas- de las campanas de Rendal. Los que sufrían este mal tocaban, para curarlo, las campanas cogiendo la cadena del badajo con la boca el Sábado de Gloria. Muy popular es también el dicho, onomatopéyico en parte, atribuído a estas campanas.
As campanas de Rendal
din: quen ten val.

Entre los numerosos hijos ilustres de este municipio es necesario mencionar a Pita da Veiga, Basilio Carril, Xan de Arzúa, los hermanos Souto Vila, Xesús Bendaña, etc.

O topónimo Arzúa en Ben Falado

Hoxe compartimos un vídeo que recolle un fragmento do capítulo 191 do programa da TVG, “Ben Falado”, no que se comenta con detalle a posible orixe do topónimo “Arzúa”.

Aquí queda o devandito vídeo, e a continuación a transcrición do seu audio..

O Códice Calixtino do Século XII, describindo o Camiño de Santiago, cando pasa por Arzúa, non anota este topónimo. Menta “Sanctus Iacobus de Boento”, “Castaniola”, “Vilanova” e “Ferreras”, pero todos os especialistas cadran en asegurar que esa “Vilanova” situada entre as parroquias de Castañeda e Ferreiros é a vila de Arzúa, aínda que hoxe non haxa nesta zona Vilanova ningunha. Ese nome de “Vilanova” dinos que no tempo do Códice Calixtino a Arzúa primitiva medrara e creara un barrio novo, e é normal que o camiño pasase por onde nese momento había máis vida. As guías francesas do Camiño aínda seguen mentando os dous nomes ata o século XVIII: “Arzúa chamada Vilanova”, pero co tempo o nome antigo de Arzúa englobou tamén a Vilanova.

Arzúa rima con topónimos como Eirexúa, Ferreirúa, Pereirúa e Folgueirua, que son diminutivos de Eirexa, Ferreira, Pereira e Folgueira. Así que, Arzúa debería ser diminutivo de Arcia, un lugar que existiu na parroquia arzuán de Lema, de feito figura Arzola nun documento de 978 e a forma actual Arzúa xa aparece nun documento do 1283, pero ¿de onde virá ese diminutivo Arzola? Houbo quen o quixo emparentar coa palabra basca “artza”, que significa pedregal, pero parece máis atinado consideralo unha evolución de “Arciola”, que sería irmán de “Arcela”, un diminutivo de Arca, polo tanto Arzúa significaría unha arca pequena ou unha arquiña, un dos nomes galegos do bretón Dolmen.

Dictame médico oficial sobre a epidemia de colera de Arzúa do 1853

O Boletín Oficial da provincia da Coruña do 20 de xuño de 1853, baixo o epígrafe “Circular num. 351. Ramos especiales.-Negociado 4º” o gobernador provincial Bartolomé Hermida, publicou un extenso ditame médico. A continuación reproducimos algúns fragmentos polos que podemos saber cousas como que daquela o cemiterio estaba no medio da vila, que case todas as casas tiñan a corte dentro, ou que no cárcere se amoreaban 88 presos. Para os máis interesados deixamos ao final un enlace ao documento completo:

Cuando por el Sr. Alcalde de Arzúa, se me participó el desarrollo de una fiebre parecida á la que invadió el distrito de Noya, dispuse entre otras cosas la remisión de fondos á aquella villa, el establecimiento de un botiquín, y la obervación del carácter de la enfermedad por dos profesores acreditados en la ciencia de curar, que designados por el Señor Alcalde de Santiago, lo fueron el Dr. D. Ignacio Caballero y el Licenciado D. Joaquín Iglesias Camino, quienes obedientes á la voz de la autoridad, salieron gustosos y sin dilación á cumplir con un deber sagrado que la humanidad doliente reclamaba de ellos; y después de haber examinado y estudiado con detenimiento la enfermedad, emitieron el siguiente luminoso dictamen.

Dictamen sobre la enfermedad reinante en la villa de Arzúa en Mayo de 1853.

Nombrados por el Sr, Alcalde de esta ciudad en virtud de disposición del Sr. Gobernador de la provincia, para observar el carácter de la enfermedad desarrollada en la villa de Arzúa, lo verificamos el día 28 próximo pasado.

A nuestra llegada nos presentamos á las Autoridades de aquella villa, y avisados los dos profesores que se hallaban asistiendo á los enfermos, conferenciamos á fin de averiguar las causas, invasión y desarrollo de la enfermedad, número de enfermos existentes, clasificación y método curativo que se seguía.

Inmediatamente recorrimos en compañía de dichos profesores la mayor parte de los enfermos de la población, sin olvidarnos, á pesar de la insalubre atmósfera en que están sumidos los presos de la cárcel pública, de reconocer igualmente los que allí existían. Hay casas donde se hallan seis enfermos, en otras cuatro y muchas tres y en pocas ó ninguna un enfermo aislado. En la cárcel había trece, y otra casa que servia de prisiion dos. (…).

Nada de fijo pudimos averiguar respecto á las causas que pudieron influir en su desarrollo, pero no podemos menos de confesar que son estacionales, apareciendo periódicamente, como sucedió en el año anterior en las parroquias cercanas a esta villa, aunque no invadiendo á un número tan considerable de individuos a la vez. La situación topográfica de Arzúa no puede influir en nada para su apareción, pues colocada en una altura esta precisamente combatida por todos los vientos; tan solo la situación del cementerio en el centro de las casas que casi todas tienen establos, y por tanto faltos de limpieza, y sobre todo la mala construccion del edificio de la cárcel pública en donde los calabozos y departamentos no tienen absolutamente ninguna ventilación, y en donde se hallaban ochenta y ocho presos, siendo por tanto un foco perenne de infección, pudieron contribuir para su mayor incremento, dándole á la enfermedad el carácter de epidémica. A esto debe unirse la estación intensamente húmeda y fría por que pasamos.

(…)

Las noticias que adquirimos ya en nuestra estancia en dicho punto y aun despues de nuestro regreso, son: que esta enfermedad sigue desarrollándose en las parroquias contiguas, como Santa María de Arzúa, San Martín de Calvos, de Sobrecamino, San Esteban del Campo, y por otro punto se presentaron ya algunos casos en Boente, no dejando de producir bastante estrago. Santiago 2 de Junio de 1853 (…).

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Arzúa vista por un viaxeiro do século XIX

O número 2 da “Revista de Galicia: periódico de ciencia, literatura y artes”, que leva data do 15 de xuño de 1850 inclúe un relato titulado “Recuerdos de un viaje por Galicia” e que firma José María Gil, reproducimos o fragmento que recolle o treito entre Ferreiros e Boente:

A las tres de la tarde llegamos á Ferreiros. En su estremo oriental, en una pequeña taberna solitaria, el repuesto de las alforjas y el tinto del Rivero nos dieron ánimos para continuar hasta Arzúa, residencia de un juzgado.

La Arzúa es una modesta villa, parecida al barrio de una ciudad. Divídela en dos porciones el camino, al encontrarla en la loma de la colina. A aquella hora se retiraban a ella, buscando los atajos, los moradores que mas habían alargado su paseo, y niños y pobres mugeres con haces de leña para alumbrarase y calentarse á la noche. Los diversos obgetos que se alzaban sobre el terreno, iluminados por la rojiza luz de los árboles de la tarde, proyectaban hacia el levante azuladas sombras sin fin, que rapidamente se desvanecieron. El sol, que al verse en el zénit se había creído señor del universo, ahora sepultado en el occidente, recordaba al poderoso envanecido, cuan efímera es la grandeza. La tierra yacía tranquila en brazos de la oscura noche; solo nosotros interrumpiamos su augusto reposo con los acelerados pasos de las cabalgaduras, unas veces mudos o insensibles sobre la arena, otros huecos y sonoros en las peñas cóncavas, ya estrepitosos y centelleantes contra las piedras del puente Rivadiso, ya transformados en sucesivo chapoteo al atravesar un charco sin nombre ó un vado desconocido. Pronto vimos vibrar en el negro espacio un punto de fuego, que en breve quedo fijo; sentimos un leve rumor de vida; despues oimos el ladrido de los perros y el chirrido de un carro; divisamos bultos de edificios y al fin entramos en la posada de Boente, cuyo portalon se abrió de par en par á las voces del maragato.

Así como es un contraste singular un sepulcro en un jardin una calavera en un baile, asi lo sería la vanidad en este meson, aqui en donde la cuadra es al mismo tiempo portal, sala y antesala, y no hay mas que unos mismos banquillos para todos y un mismo pavimento, y un mismo techo para las mulas y para los hombres. Solamente la cocina mereció estar separada por un tablado con tantas rendijas como junturas. Cercanos á este se hallaban amontonados los fardos, banastas y cajones, carga de las sufridas bestias de la recua, que atadas á lo largo de los pesebres, engullian el heno seco con que las habian obsequiado.

Nosotros, menos afortunados que ellas, lo hubiéramos pasado muy mal en este lugar, donde todo falta, si los maragatos no fuesen los hombres de las provisiones, á las cuales apelaron sacando de las alforjas algunas libras de tocino, que pusieron á cocer en un tiznado pote suspendido de los llares. En seguida mi buen Felipe se fué con Tirso su criado, á reconocer las herraduras de las caballerías. Después de cenar, me guiaron á la casa inmediata en donde me esperaba la cama, limpia en verdad, pero mas dura de lo que convenía. Allí, se renovaron en mi mente las imágenes de lo que había visto, y me fue fácil ordenarlas. La contestura general de esta jornada consiste en una serie de montes, que estriban al N. en la cordillera del Tambre, surcados por varios arroyos de transparente y bulliciosas aguas, que corren entre alisos hácia el E. á enriquecer el Ulla, regando antes angostas cañadas. La de la Labacolla, que las recibe del Amenal, es la única que vierte al O. en el Tambre. El punto más culminante de la cordillera, límite de esta distribución entre ambos ríos, se divisa una legua al N. sobre Boente, con sus vertientes meridionales cubiertas de robles. Despues de bajar la colina en la que está Arzúa se atraviesa el río Iso, que aunque el mayor de la jornada, no es mas que un humilde tributario del Ulla, con quien confluye cerca de Portodomouro, recojiendo antes otro riachuelo que pasa cerca de Boente.

Respecto á la Mineralogia solamente pude notar que desde antes de S. Lázaro se presental el anfibol, cuyo nucleo es el Amenal. En las bases de las colinas y en las hondonadas está por lo común descompuesto en ocres ó barros, mas ó mejos rojizos, uno de ellos cruzado por una cresta de grafito muy impuro. Hacia Labacolla desaparece gradualmente la anfibolita conviertiéndose en gneis, y este pasa luego al granito. En los tránsitos hay silice en canto grandes como rodados y en filones intermedios. El cultivo aqui es escaso y mal entendido; hay inmensos terrenos que roturar con ventaja. Centeno y prados naturales son la producion dominante. Tampoco hay mas actividad en la industria fabril. La grandiosa fábrica de curtidos de Labacolla y una tejera en el Amenal con algunos molinos harineros muy malos es lo único que he encontrado, pero se echa de ver que la ganadería, y en especial la mular, ocupag mucho á los habitantes de este abandonado país.

Construción da estrada Santiago – Lugo

O número 125 do Boletín Oficial da Provincia da Coruña do 19 de outubro de 1853 facilita o detalle das obras da estrada de Santiago a Lugo:

Trozo quinto.

Se hicieron 156 varias cúbicas de muros de sostenimiento de mampostería ordinaria en la Salceda.

681 varas lineales de firme entre Brea y Ferreiros.

Trozo sexto

156 varas lineales de esplanación de desmonte y 224 en terraplén en el Raído.

Se construyeron 400 varas cúbicas de muros de sostenimiento de mampostería ordinaria en Gayan.

Se han concluido 1000 varas lineas de firme entre Arzúa y casas de Penas.

Trozo sétimo.

166 metros lineales de esplanación en desmonte de terreno duro y 234 idem idem en terraplén entre Arzúa y Boente.